Analizamos “El Padrino”

Una obra maestra de 1972 que marcó un antes y un después…

El American Iilm Institute (AFI) decretó la lista de las 100 mejores películas del siglo pasado y la número 2 es, precisamente, El Padrino, tan solo detrás de El Ciudadano Kane.

Con uno de los repartos más impresionantes: Marlon Brando, Al Pacino, James Caan, Robert Duvall, Diane Keaton, Talia Shire, John Cazale, Sterling Hayden, entre otros.

Una película que cambió la industria para siempre y cuya influencia se siente en toda la cultura pop moderna. Hayas visto o no la película, seguro conoces infinidad de frases, gestos, expresiones y momentos.

Ganó el Óscar a mejor película, mejor guión para Francis Ford Coppola y Mario Puzzo y mejor actor Marlon Brando. Nominada además, a mejor actor de reparto – Al Pacino, James Caan, Robert Duvall; Mejor música original – Nino rota; mejor mezcla, mejor diseño de vestuario, mejor edición, mejor director, Francis Ford Coppola. Pero perdió contra Cabaret de Bob Fosse.

Basada en la novela del mismo nombre de Mario Puzzo, se concentra en las familias Italianas que controlaban el mundo del crimen en Nueva York en los años cuarenta y cincuenta. En concreto, en la familia ficticia Corleone. Es la historia de la sucesión de Don Vito Corleone, el jefe de familia y encargado del negocio, a uno de sus 3 hijos: Michael Corleone, el joven héroe de guerra recién llegado a América y quien al aceptar dicha sucesión, descenderá a lo más oscuro de su ser y el infierno mismo.

La película fue una de las primeras en presentar una violencia gráfica y roles morales ambiguos. Su entonces joven y desconocido director Francis Ford Coppola, luchó a cada paso con el estudio para mantener su visión y sus decisiones. Batalló arduamente para que la película fuera de época, para que Marlon Brando y Al Pacino fueran aceptados como reparto principal, para tener un estilo más documental sin grandes movimientos de cámara, para tener la música de Nino Rota, para mantener los choques de luces y sombras característicos de su tesis, para la duración de la película, para prácticamente cada aspecto del rodaje. El resultado de la lucha entre el estudio y su creador fue que aquél rebelde e innovador cineasta tocó la grandeza del cine, reservada para muy pocos. El mismo Steven Spielberg dijo:

“Después de ver El Padrino, quise renunciar a mi carrera, al saber que nunca lograría ese nivel de confianza, profesionalismo y visión”.

Con un estilo innovador al dirigir a sus actores, invitándolos a la improvisación, a romper estructuras, a no llegar a sus marcas para estar perfectamente iluminados, y al mezclar su propia cultura italiana en comidas, indumentarias, fiestas, costumbres e infinidad de detalles más, Francis Ford Coppola logra un casi documental de las mafias italianas, dándoles un toque casi romantizado al proveer a los maleantes de valores arraigados, lealtades familiares inquebrantables y una cierta normalidad a su mundo del crimen.

Prácticamente todos los aspectos de la película han sido estudiados por distintas escuelas de cine. La escena que marca el inicio de la caída de Michael Corleone, aquella en la que asesina a Sollozzo y McCluskey, ha sido estudiada por su puesta en escena, el manejo de cámara, los ángulos, el uso de la música vs los efectos especiales de sonido, la actuación, el ritmo de edición, la iluminación, los efectos especiales visuales, el guion, la dirección y hasta el NO uso de subtítulos. Ésta fue precisamente la escena que provocó el giro del estudio a favor de Francis y su trabajo.

Cuando la película fue estrenada y los ejecutivos de Paramount Pictures observaron al público reaccionar a las más de dos horas y media de película supieron que tenían en sus manos, casi en contra de sus propias decisiones, una obra maestra.

Esta es una filmografía imperdible – Si te consideras un cineasta o cinéfilo, no puedes dejar de ver y estudiar El Padrino.

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